Muchas veces me
he preguntado cuanto podía costar una primera edición de Azul y como
conseguirla. Ahora iba a tener una respuesta.
A primeros de junio de 2017
estaba en Madrid y mi afición y mi entusiasmo me llevaban a seguir buscando
primeras ediciones de Rubén Darío. Recorrí varias librerías situadas en el
barrio de las letras, entre el edificio de Las Cortes y la calle Atocha. Al
entrar en ellas la mirada se me iba hacia las estanterías llenas de libros
antiguos. Siempre me han atraído las encuadernaciones en media piel, con
nervios y estampaciones doradas en el lomo, muy frecuentes durante la primera
mitad del siglo XX.
Con frecuencia aprovechaba
aquellas visitas para conversar con los libreros y preguntarles por los libros
más raros que tenían en la tienda, que a menudo suelen coincidir con los más
caros.
--Si busca primeras
ediciones puedo conseguirle un Ulises, de James Joyce, de 1922, por 150.000
euros. La persona que lo tiene está dispuesta a venderlo y es muy raro ver un
ejemplar como ese en venta. Créame que es una buena ocasión--. Me dijo un
librero que tenía la tienda en la calle del León.
Instintivamente busqué mi
reflejo en el cristal del escaparate. ¿Tenía yo el aspecto de alguien dispuesto
a gastar 150.000 euros en un libro?. Definitivamente no. Claro que un
comerciante experimentado sabe que, en el mundo actual, es un error juzgar el
poder adquisitivo o las aficiones de un cliente basándose en su aspecto.
--Es una buena oportunidad. –insistió
el librero-- Ulises fue un libro fetiche. Llegó a estar prohibido en Inglaterra
y en Estados Unidos. Además es una novela icónica.
--Bueno, en realidad busco
libros de Rubén Darío; y no creo que la poesía alcance esos precios.— argumenté.
--Depende que poesía. Hace
un año vendí un Whitman de 1855 por 140.000 euros, en Estados Unidos. Y algunos
libros de Elliot se cotizan por encima de los 180.000 euros.—me explicó.
Salí de allí aturdido por
aquellas cifras. Ya me lo habían advertido, cuando se trata de libros en inglés
o publicados en Estados Unidos, los precios se disparan.
En otra librería, especialmente
dedicada a la venta de libros para bibliófilos, situada cerca de la Gran Vía
madrileña, me dijeron que tenían dos ejemplares de Azul.
-Eso si que es algo
insólito- exclamé. – ¿En qué condiciones se encuentran?.
La vendedora, una muchacha
joven, consultó en su computadora. Hoy la mayor parte de la venta de libros
antiguos se hace por medio de Internet. Pocos son los que acuden a las
librerías.
Después de unos segundos de
búsqueda, me dijo:
-Uno está con las cubiertas
originales, el otro está reencuadernado y le falta la cubierta original, pero
está dedicado y firmado por Darío.
-¿Y su precio?.
-El primero vale seis mil
euros y el que está firmado nueve mil euros.
-Tanta diferencia. Un
cincuenta por ciento más si está firmado!.- Exclamé asombrado.
-Si.—me dijo- Lo que más se
cotiza son los documentos autógrafos. Las firmas de los autores sobre cualquier
documento.
-¿Puede enseñarme el que
está con las cubiertas originales?.- Le pedí.
Pasó a buscarlo a la
trastienda y en menos de un minuto tenía el libro ante mis ojos, sobre el
mostrador. Aún con las hojas un poco amarillas y tostadas por el paso del
tiempo, el ejemplar se encontraba en un excelente estado de conservación.
Reconozco que durante unos
pocos minutos, mientras examinaba el libro, sopesé la opción de comprarlo. Era
una reacción lógica. O al menos un psicólogo podría razonarla adecuadamente: Si
un libro que no me interesaba valía 150.000 euros, bien podía pagar 6.000 euros
por otro que sí me interesaba.
-Oiga, discúlpeme, pero
aunque parezca una pregunta indiscreta, me gustaría saber por cuanto comprarían
ustedes un libro así. Es para documentar un estudio que estoy realizando.—me
excusé
Se me quedó mirando,
sorprendida. Unos breves segundos en los que parecía estar buscando la
respuesta más adecuada. Luego sonrió amistosa y me dijo:
-Es raro que nosotros
compremos libros de uno en uno. Lo normal es que adquirimos bibliotecas
enteras, valorándolas no tanto en razón del volumen de libros, sino de que
contengan determinadas colecciones, así como de su estado y su antigüedad. Este
libro le adquirimos como parte de una biblioteca. No lo valoramos
individualmente.
Le agradecí la información y
salí de la librería satisfecho de haber podido tener en las manos un ejemplar
completo de Azul. Mi experiencia me había enseñado que, dada la fragilidad del
libro, es muy difícil encontrar un ejemplar con la cubierta original.
Sin embargo todavía Aparecen nuevas ediciones príncipe de Azul.
Sin embargo todavía Aparecen nuevas ediciones príncipe de Azul.
Azul es un libro icónico, que marcó el inicio del
Modernismo. Esa es la razón por la que alcanza ese precio. Pero los amantes de la obra del poeta nicaragüense, los bibliófilos, pueden encontrar otras Primeras ediciones de Rubén Darío a precios más asequibles.
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