Alfredo Ramos Martínez (1871
– 1946), reconocido pintor mexicano es considerado el padre de la pintura
moderna en México y precursor de los afamados muralistas mexicanos, Rivera,
Orozco y Siqueiros
En 1901 se trasladó a vivir a París
y allí conoció a Rubén Darío, con quien trabó una entrañable amistad que
perduró en el tiempo. Juntos frecuentaron la vida artística y mundana del
ajetreado París de primeros de siglo. Compartieron ideas y visiones sobre el arte
y visitaron juntos algunos de los museos más importantes de la ciudad. También
coincidieron en su estancia en Mallorca, en el invierno de 1906-1907. (Algunos
biógrafos afirman que, el hecho de que Ramos Martínez ya estuviera en la isla,
fue lo que animó al poeta nicaragüense a viajar hasta allí, en busca de la calma
necesaria para reponerse de sus problemas de salud y aquietar su espíritu). En
Mallorca escribió su poema “A un pintor”,
dedicado a Ramos Martínez y que luego publicó en su libro “El canto errante”, en 1907.
Rubén Darío
apreciaba y admiraba el trabajo de su amigo pintor, y escribió sobre él en estos términos:
"Ramos Martínez es uno de los que pinta poemas, él no copia, él
interpreta, él entiende cómo expresar la tristeza del pescador y la melancolía
del pueblo". Y lo llamó “El pintor de las melancolías”, sobrenombre que
destaca en todas las biografías que luego se han escrito sobre el pintor mexicano.
Pero igual
que Darío le dedicó alguna de sus poesías, también Ramos Martínez pintó en varias ocasiones al poeta nicaragüense. Las dos primeras veces lo hizo en París, entre 1901 y 1909. (Probablemente a estos cuadros se refiere Ernesto
Mejía Sánchez, biógrafo del poeta). En ambos retratos posa Darío en la misma postura,
al estilo de los cuadros de Durero, y en uno de ellos sujeta un rollo de papel
en la mano. Si bien en ambos puede reconocerse su rostro, parece
evidente que hay una diferencia importante de años entre uno y otro. Según
Artnet, un sitio web de mercado de arte, uno de estos retratos lo pinta en 1903.
Desconozco donde están ahora
estos cuadros. Probablemente en colecciones privadas. Solo existe una
fotografía de ellos y no se encuentran en el catálogo de obras del pintor.
También, probablemente con posterioridad a
1920, años después del fallecimiento del poeta, Ramos Martínez volvió a realizar un nuevo retrato de
Darío. En esta ocasión puede comprobarse que el estilo es muy diferente. El pintor ha madurado y ha
adquirido una identidad artística que luego exploró y desarrolló hasta su muerte en
1946. Este retrato se lo regaló a Carlos Pellicer y recientemente se ha
expuesto por primera vez en la Universidad de Oslo.
Para conocer la interesante historia de este cuadro se recomienda ver en este mismo blog el artículo titulado Rubén Darío en los sellos de México
Para conocer la interesante historia de este cuadro se recomienda ver en este mismo blog el artículo titulado Rubén Darío en los sellos de México
Referencias
Ernesto
Mejía Sánchez. “Darío y los pintores mexicanos”. (América nuestra,
Política-letras-arte-crítica. Mexico, mayo de 1967, num.2)
Una
fotografía del cuadro, en el que Rubén parece más joven, puede encontrarse en
el libro de Flavio Rivera Montealegre, “Rubén
Darío: Su vida y su obra”. 2012
Una fotografía del cuadro, en el que Rubén sostiene un rollo de papel en la mano, puede encontrarse en el libro de Edmundo Montenegro: “Biografía iconográfica de Rubén Darío”. 2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario